OPINIÓN
24 de diciembre de 2015
Se cumplio un siglo de la relatividad general

En noviembre de 1915, Albert Einstein anunció uno de los mayores hallazgos científicos de la historia, que cambiaría nuestra percepción del universo.
En el tercero de los artículos que publicaría durante 1905 –su annus mirabilis–, el jovenAlbert Einstein había enunciado los postulados de la teoría de la relatividad especial. El principal de ellos se refería a la constancia de la velocidad de la luz –que es la misma aunque el foco emisor se mueva a favor o en contra–, y además consideraba que esa velocidad era insuperable.
La afirmación implicaba nuevas ideas sobre la medida del espacio y el tiempo, es decir, lo que miden nuestras reglas y cronómetros, que resulta no ser igual si se emplean en un sistema que está en movimiento a gran velocidad. El 21 de noviembre de aquel año genial saldría publicado un cuarto artículo, en el que se establecía la equivalencia entre masa y energía, que quedaba expresada en la ecuación más emblemática y famosa de la ciencia: e = mc2.
Todas esas afirmaciones, provenientes de un empleado de la Oficina de la Propiedad Intelectual de Berna –donde Einstein trabajó entre 1902 y 1909–, ponían patas arriba muchas ideas fundamentales de la física, como las que establecían la constancia de la materia y la existencia de un espacio y un tiempo absolutos. No obstante, Einstein no se dio por satisfecho. En 1907, supo que el gran matemático ruso Hermann Minkowski había interpretado sus nociones relativistas –este propuso que el tiempo es una cuarta dimensión geométrica del espacio–, así que se puso a trabajar sin descanso en la formulación de una teoría general que diese explicación a otro de los conceptos fundamentales en Newton: la gravedad.
Los días 4, 11, y 18 de noviembre de 1915 mostró unos artículos en los que había ido encajando todas las piezas de sus ideas en una urdimbre matemática. Una semana después, el 25, presentó el último y dio a conocer en la Academia Prusiana de las Ciencias, en Berlín, su teoría general de la relatividad. Esta plantea que el cosmos es un todo absoluto, finito pero ilimitado –curvado sobre sí mismo–, dotado de las cuatro dimensiones de Minkowski y que contiene en sí la materia y la energía distribuidas de modo no homogéneo. Había comenzado una nueva revolución científica.
Estas son cinco frases inteligentes enunciadas por el físico alemán acerca de su más famosa creación.
"Cuando cortejas a una bella muchacha, una hora parece un segundo. Pero te sientas sobre carbón al rojo vivo, un segundo parecerá una hora. Eso es relatividad". Albert Einstein.
"A veces me pregunto cómo llegué a desarrollar la teoría de la relatividad. La razón, creo, es que un adulto normal nunca se detiene a pensar en problemas de espacio y tiempo. Estas son cosas que se piensan durante la infancia, pero mi desarrollo intelectual se retrasó, y como resultado comencé a plantearme preguntas sobre el espacio y el tiempo cuando ya había crecido". Albert Einstein.
"Si mi teoría de la relatividad es exacta, los alemanes dirán que soy alemán y los franceses que soy ciudadano del mundo. Pero si no, los franceses dirán que soy alemán, y los alemanes que soy judío". Albert Einstein.
"Desde que los matemáticos han invadido mi teoría de la relatividad ni yo mismo la entiendo". Albert Einstein.
"La teoría de la relatividad no tiene un origen especulativo, sino que debe por entero su nacimiento al deseo de hacer que la teoría física concuerde con los hechos observados". Albert Einstein.
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