ACTUALIDAD
13 de febrero de 2021

Luisa Brumana es titular de la entidad de Naciones Unidas para la infancia en la Argentina y reseñó los datos que surgen de la Tercera Encuesta sobre el impacto de la Covid-19 en los niños y adolescentes.
Unicef es una de las organizaciones multilaterales que advirtió en torno al impacto emocional y cognitivo, además de educativo, que la pandemia produjo en chicos y adolescentes durante el año pasado: cuatro de cada 10 de quienes tienen menos de 6 años experimentó cambios de sueño y alimenticios, según un relevamiento local de su filial en Argentina.
En tanto, y siempre conforme a la Tercera Encuesta sobre el Impacto de la Covid-19 realizada por Unicef Argentina, los adolescentes revelaron datos preocupantes vinculados a su salud mental: el 24 por ciento de los consultados estuvo angustiado y el 12 por ciento, deprimido, en ambos casos a causa de la incertidumbre que les generó el contexto pandémico.
Frente a esos y otros efectos socioeconómicos que provocó la pandemia, Unicef viene bregando en Argentina y el resto del mundo porque "las escuelas sean lo último en cerrar y lo primero en abrir" en base a un consenso multisectorial y a la implementación de medidas sociosanitarias.
También es una de las que advirtió sobre el "impacto devastador" que tuvo la pandemia en la educación y escolaridad de los alumnos de todo el mundo, sobre todo en aquellos pertenecientes a sectores vulnerados.
Italiana, médica cirujana, especializada en epidemiología en la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres (Reino Unido), Brumana brindó un reportaje escrito a Télam en el que consideró: "Estamos frente a un escenario cambiante y que requiere de los actores implicados una capacidad de flexibilidad y adaptación a los imponderables que surjan".
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