NOTAS
23 de enero de 2022
La Necesidad de Recomponer Un Tejido

Por Ezequiel Beer
Las expectativas triunfalistas de fines de 2019 han quedado vacías entre el despliegue pandémico y la ya marcada falta de iniciativa política del Gobierno cuyo desgaste actual es de difícil reversión ante un frente político bifronte y una deuda social que crece día a día palpable en casi cada rincón de nuestro terruño.
El balance financiero externo del país casi sin excepciones fue deficitario en casi los últimos 50 años, pero había en ciertos momentos expectativas que asemejaban un estadio de superación quizás transitorio.
Hoy la realidad se ha volcado como un espejo cruel sobre todos nosotros siendo las culpas repartidas para casi todos los actores de la sociedad.
Quizás el mayor mérito del Economicismo es que haber dado muerte a la Filosofía - como dice mi amigo Julio - donde el debate público dista de la menor racionalidad posible entre mezclado por la falta de saber general.
De prometer casi lo imposible en términos electorales hasta un favoritismo externo infantil y sin saber a ciencia cierta cuáles serán los próximos epítetos públicos de cara a la sociedad navega el Gobierno que ya ha sufrido un llamado de atención por parte de la sociedad que no haya un rumbo claro mientras que sus ingresos y expectativas son devaluadas diariamente.
Actores extra políticos acaparan dicho descontento de forma astuta socavando las bases políticas de los partidos o frentes mayoritarios que se encuentras en palabreríos discursivos que solo envuelven otros intereses concretos entre las partes.
La Economía Argentina se contrae en sí misma como un cuerpo anciano que ve a su esqueleto sobre salir sobre su carne, pero aun este proceso puede continuar si no se encuentra un destino común.
La Economía por sí sola no puede suplir a la Política es por ello necesario enhebrar Sociedad y Política nuevamente quizas desde el llano desde la palabra desde el gesto desde la escucha y la actitud para poder recuperar su lugar y desde allí inscribir un rumbo no solo económico sino social que albergue a una poblacion casi signada divinamente por un territorio fértil y abundante.
La búsqueda de esos consensos y de esos actores todavía es perenne y se basa en los pequeños momentos en los que todos debemos emprender sin búsqueda de consagración de egos o de intereses materiales.
Aún quedan remanentes 2 generaciones de entre 15 y 35 años que buscan una respuesta y un lugar donde poder desplegar todas sus potencialidades en un mundo demasiado complejo para que nosotros les adosemos males que pueden ser remediados si un consenso general es encontrado.
Nos hallamos en la vicisitud o del límite de la cornisa de comenzar quizás una de las mayores crisis que la Argentina ha dado.
El mundo y la región avanzan hacia otra esfera parece que la Argentina masoquistamente se inclina, por lo contrario.
Ezequiel Beer
Geografo UBA
Analista Politico
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