La inspección se realizó mediante observación visual de plantas, red de arrastre y trampas cromáticas adhesivas, herramientas que permiten un seguimiento continuo de la incidencia de esta plaga en los cultivos.
En contraste, en un lote de alfalfa ubicado en La Paz –cultivo considerado no hospedante– no se registró presencia alguna de adultos de chicharritas.
Datos del monitoreo
Los técnicos del INTA compilaron información relevante, organizando en la Tabla 1 los estados fenológicos y la densidad poblacional de adultos por planta, y en la Tabla 2 los datos recolectados mediante las trampas cromáticas adhesivas. Estos registros, obtenidos a lo largo del período, permiten estimar la magnitud del problema y definir estrategias de manejo oportunas.
Recomendaciones para el manejo
Ante estos resultados, el organismo recomienda:
Incrementar la frecuencia de monitoreos: Especialmente mediante la observación directa de plantas de maíz, con énfasis en aquellos cultivos en el período de mayor susceptibilidad (VE-V8/V10) frente a la incidencia de la plaga y sus enfermedades asociadas.
Registro sistemático: Realizar un registro detallado en planilla, contando con 15 a 20 puntos de muestreo en los que se evalúan 5 plantas cada uno. Para más detalles sobre la metodología, se puede consultar esta guía.
Seguimiento constante: Continuar con los informes de la Red Nacional de Monitoreo a través de las trampas cromáticas adhesivas.
Implementación de medidas de manejo: Analizar los resultados de los monitoreos para aplicar medidas de control, utilizando principios activos autorizados por SENASA.
Comentar